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Alles (Asturias)

 

“When you travel a lot, and when you love to just wander around and get lost, you can end up in the strangest spots. . . . I don’t know, it must be some sort of built-in radar that often directs me to places that are strangely quiet, or quietly strange.”

Wim Wenders, Places, strange and quiet.

Alles (Asturias)

 

Alles (Asturias)

 

La modernidad es lo transitorio, lo fugitivo, lo contingente, la mitad del arte, cuya otra mitad es lo eterno y lo inmutable. Ha habido una modernidad para cada pintor antiguo; la mayor parte de los hermosos retratos que nos quedan de tiempos anteriores están vestidos con trajes de su época. Son perfectamente armoniosos, porque el traje, el peinado e incluso el gesto, la mirada y la sonrisa (cada época tiene su porte, su mirada y su sonrisa) forman un todo de una completa vitalidad. Este elemento transitorio, fugitivo, cuyas metamorfosis son tan frecuentes, no tienen el derecho de despreciado o de prescindir de él. Suprimiéndolo, caen forzosamente en el vacío de una belleza abstracta e indefinible, como la de la única mujer antes del primer pecado.

Charles Baudelaire, El pintor de la vida moderna.

 

Alles (Asturias)

 

Alles (Asturias)

 

Sobre Alles escribió José Saro y Rojas en 1886: “Es Alles de lo más delicioso de Peñamellera Alta; frondosos castañedos, extensos praderíos, maizales vigorosos, acusan un suelo rico y feraz y deleitan la vista con la belleza inimitable del paisaje. Sorprende al viajero en aquellas soledades su hermosa iglesia, acaso la más bella de la zona oriental de Asturias, con una torre tan ligera y gallarda que es el encanto de cuantos la contemplan”.

Durante los años que estudiaba en la universidad, el váter como lugar de asilo perdió importancia. En vez de él vinieron cada vez más edificios, espacios y lugares. Y en éstos ya no tenia que entrar físicamente. Por regla general bastaba simplemente con que viera «el objeto que necesitaba». Éste podía ser un cobertizo, en alguna parte, para guardar herramientas, la cochera de los tranvías, un autobús que había quedado vacío durante la noche, un búnker subterráneo, aunque estuviera medio destruido por un ataque de sabe Dios qué guerra. La misma función podían cumplir espacios que en realidad, por sí mismos, no eran propiamente tales: la simple vista del espacio vacío que había dejado una rampa, la rampa de carga de una lechería, de una empresa de transportes o simplemente cualquier otra rampa, podía anunciar un posible refugio o una zona donde retirarse, y a veces paneles de carteles de propaganda comercial o electoral convertidos en pirámides si no en verdaderos cobijos eran posibles lugares de permanencia donde uno imaginaba que podía estar a cubierto, sin mojarse y caliente, cuando menos más caliente y más en casa que fuera, al aire libre.

Peter Handke. Ensayo sobre el Lugar Silencioso, Pág. 41.

“Vamos a imaginar que nos perdemos en el desierto de Australia. Nos perdemos y preguntamos a un aborigen cómo se llega a nuestro destino. Este se quedará unos instantes pensando, recordando el camino exacto. Después nos mirará seguro de sí mismo y comenzará a cantar. Cuando acabe, probablemente le volveremos a preguntar.

-Muy bonita la canción, pero ¿podría indicarnos el camino?

El aborigen se marchará ofendido. En su canción estaba el camino”.

Bruce Chatwin. Los trazos de la canción.

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“All of humanity’s problems stem from man’s inability to sit quietly in a room alone.” Blaise Pascal, Pensées, 1670.

“He descubierto que toda la desdicha de los hombres proviene de una sola cosa, que es no saber permanecer en reposo, dentro de una habitación” (fragmento 139 de la edición Brunschvicg).

(Véase James Vincent, “We’d rather give ourselves electric shocks than be alone with our thoughts, says new study”, The Independent, 4 de julio de 2014).

¿Y si no subiéramos a las montañas más altas?

Limen

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“El sí mismo se configura en torno al eje conexión/desconexión emocional. Dice Humphrey (1995) “lo más interesante ocurre siempre en los bordes”. Todo lo que resulta interesante en la naturaleza tiene lugar en los bordes: la superficie de la Tierra, la membrana de una célula, el momento de una catástrofe, el comienzo y el fin de una vida. Las páginas de un libro más difíciles de escribir son la primera y la última”.
Los límites son las zonas de separación o diferenciación, pero también de conexión del sí mismo con los otros y con el mundo. Los límites se configuran en torno a la experiencia de vinculación. En estas zonas de conexión tiene lugar el intercambio, la nutrición biológica y emocional, necesarias para conformar la mente y la experiencia de sí mismo.
 …

Here’s what writer John Burnside has to say on boundaries and the space between:

“Everything that is interesting in nature happens at the boundaries”[1]

The spaces between the ‘self’ and ‘the other’ where everything takes place have long been a source of fascination for poets and myth-makers. … those Celts who once inhabited the British Isles … recognised a space which they called (in Irish) idir eathara that is, a boundary that is neither one place nor another, but the space between the two.

[1] John Burnside quoting psychologist, Nicholas Humphreys

 

Mille Plateaux

‘El nómada habita esos lugares, se mantiene en esos lugares, y él mismo los hace crecer en el sentido que se constata que el nómada crea el desierto en la misma medida en que es creado por él. El nómada es un vector de desterritorialización.’

‘…no es trágico ni está deshabitado, solo es desierto por su color ocre y su luz, ardiente y sin sombra (…) en él hay una multitud bulliciosa (…) yo estoy en el borde de esa multitud, en la periferia; pero pertenezco a ella, estoy unida a ella por una extremidad de mi cuerpo, una mano o un pie.’ 

(G. Deleuze, F. Guattari, Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, 1980).

Medina-Mecca AVE line

AVE del desierto

 

Septiembre 1, (1939), W. H. Auden.

Haramain High Speed Railway – Progress Video – March 2016 from Orbit Consults on Vimeo.

طريق عسير جازان – محاكاة الطيران فوق المسار from Orbit Consults on Vimeo.

تصوير جوي مشروع سكاكا 1 – مايو 2016 from Orbit Consults on Vimeo.

Arpeggio

“La felicidad no se compra, se construye” // “Happiness can’t be bought, It is built”

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Nightcrawler (2014)

 

No cesaremos en la exploración
Y el fin de todas nuestras búsquedas
Será llegar adonde comenzamos,
Conocer el lugar por vez primera.
A través de la puerta desconocida y olvidada
Cuando lo último por descubrir en la tierra
Sea lo que fue nuestro comienzo;
En la fuente del río más largo
La voz de la oculta cascada
Y los niños en el manzano
La voz no conocida porque no fue buscada,
Pero escuchada, o semiescuchada, en la quietud
entre dos olas del mar.
De prisa, aquí, ahora, siempre—
Una condición de sencillez absoluta
(Cuesta nada menos que todo).
Y todo irá bien
Y toda clase de cosas saldrá bien
Cuando las lenguas de la llama se enlacen
En el nudo de fuego coronado
Y la lumbre y la rosa sean una.

Thomas Stearns Eliot, Cuatro cuartetos, Little Gidding.

 

We shall not cease from exploration
And the end of all our exploring
Will be to arrive where we started
And know the place for the first time.
Through the unknown, unremembered gate
When the last of earth left to discover
Is that which was the beginning;
At the source of the longest river
The voice of the hidden waterfall
And the children in the apple-tree
Not known, because not looked for
But heard, half-heard, in the stillness
Between two waves of the sea.
Quick now, here, now, always—
A condition of complete simplicity
(Costing not less than everything)
And all shall be well and
All manner of thing shall be well
When the tongues of flame are in-folded
Into the crowned knot of fire
And the fire and the rose are one.
T. S. Eliot’s Little Gidding (1942).

Las esquinas pueden ser otras

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Centro administrativo de Bruselas

La movilidad física de grupos importantes de gente implica cierta cantidad de movilidad social y cultural, y una evolución correspondiente de las instituciones.

Turner, Edith y Victor. “El Centro está afuera: la meta del peregrino”, Historia de las religiones, 1973.

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Museo Magritte de Bruselas

“Dichoso quien no tiene una patria; la contempla todavía en sus sueños”.

Hannah Arendt, 1946.

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Periferia de París (octubre 2016)

W. B.
Volverá algún día el crepúsculo de la tarde,
Desde las estrellas caerá noche.
Yacerán nuestros miembros extendidos
en las cercanías, en las lejanías.
De las oscuridades suenan
breves dulces melodías.
Para perder la costumbre
agucemos el oído,
rompamos al fin las filas.
Voces lejanas, cercana aflicción:
aquellas voces de aquellos muertos,
que enviamos por delante como heraldos
para que nos guíen en el sueño.

Hannah Arendt, 1942.

W. B.
“Dusk will come again sometime.
Night will come down from the stars.
We will rest our outstretched arms
In the nearnesses, in the distances.

Out of the darkness sound softly
Small archaic melodies. Listening,
Let us wean ourselves away,
Let us at last break ranks.

Distant voices, sadnesses nearby.
Those are the voices and these the dead
Whom we have sent as messengers
Ahead, to lead us into slumber.”

Hannah Arendt, 1940.

Heureux celui qui n’a pas de patrie

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Bruselas (octubre)// Brussels (October, 2016)

The outermost, merely quite peripheral aspect of the ambiguity of the arcades is provided by their abundance of mirrors, which fabulously amplifies the spaces and makes orientation more difficult. Perhaps that isn’t saying much. Nevertheless: though it may have many aspects, indeed infinitely many, it remains-in the sense of mirror world-ambiguous, double-edged. It blinks, is always just this one-and never nothing-out of which another imnediately arises. The space that transforms itself does so iI, the bosom of nothingness. In its tarnished, dirtied mirrors, things exchange a Kaspar-Hauser-Look with the nothing: it is an utterly equivocal wink coming from nirvana. And here, again, we are brushed with icy breath by the dandyish name of Odilon Redon, who caught, like no one else, this look of things in the mirror of nothinguess, and who understood, like no one else, how to join with things in their collusion with nonbeing. The whispering of gazes fills the arcades. There is no thing here that does not, where one least expects it, open a fugitive eye, blinking it shut again; and should you look more closely, it is gone. To the whispering of these gazes, the space lends its echo: “Now, what;’ it blinks, “can possibly have come over me?” We stop short in some surprise. “What, indeed, can possibly have come over you?” Thus we gently bounce the question back to it.

“The Arcades of París”, p. 878.

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Bruselas (octubre)// Brussels (October, 2016)

Un aspecto de la ambigüedad de los pasajes: su abundancia de espejos, que amplían el espacio como en un cuento de hadas, dificultando la orientación. Pues aunque este mundo de espejos pueda tener varios e incluso infinitos significados, sigue siendo ambiguo. Parpadea; es siempre este uno y jamás nada, de donde sale enseguida otro. El espacio, que se transforma, lo hace en el seno de la nada. En sus turbios y sucios espejos, las cosas intercambian una mirada-Kaspar Hauser con la nada. Hay por tanto un ambiguo pestañeo desde el nirvana. Y de nuevo nos roza con frío aliento el nombre del galante de Odilon Redon, que captó como nadie esta mirada de las cosas en el espejo de la nada, y como nadie supo mezclarse en el consentimiento de las cosas con el no ser. Un murmullo de miradas llena los pasajes. No hay allí cosa que no abra un pequeño ojo donde menos se espera, lo cierre parpadeando y, cuando miras de cerca, haya desaparecido. Al murmullo de estas miradas le presta el espacio su eco. ¿Qué puede -parpadea- haber pasado en mí? Quedamos perplejos. Sí, ¿qué puede haber pasado en ti? Y de este modo le devolvemos delicadamente la pregunta. •Flâneur.

Walter Benjamin, Libro de los Pasajes, (1940), pág. 556

Mirada-Kaspar Hauser

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Manos de un emigrante gallego que trabajó en Suiza durante la posguerra. / / Hands of a Galician emigrant who worked in Switzerland after the war.

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Cee-Corcubión, Galicia. (Mes de julio del 2016)


The Second Coming
El segundo advenimiento
 
Dando vueltas y vueltas en la espiral creciente
no puede ya el halcón oír al halconero;
todo se desmorona; el centro cede;
la anarquía se abate sobre el mundo,
se suelta la marea de la sangre, y por doquier
se anega el ritual de la inocencia;
los mejores no tienen convicción, y los peores
rebosan de febril intensidad.


Una revelación se aproxima;
se aproxima el Segundo Advenimiento.
¡El Segundo Advenimiento! Lo digo,
y ya una vasta imagen del Spiritus Mundi
turba mi vista; allá en las arenas del desierto
una figura con cuerpo de león y cabeza de hombre,
una mirada en blanco y despiadada como el sol,
mueve sus lentos muslos, y en rededor planean
sombras de airadas aves del desierto.
Cae la oscuridad de nuevo, mas ahora sé
que a veinte siglos de obstinado sueño
los meció una pesadilla en su cuna,
¿y qué escabrosa bestia, llegada al fin su hora,
se arrastra hasta Belén para nacer?


W. B. Yeats. Versión de Antonio Rivero Taravillo.
Turning and turning in the widening gyre
 The falcon cannot hear the falconer; Things fall apart; the centre cannot hold;
 Mere anarchy is loosed upon the world,
 The blood-dimmed tide is loosed, and everywhere
 The ceremony of innocence is drowned;
 The best lack all conviction, while the worst
 Are full of passionate intensity.


Surely some revelation is at hand;
 Surely the Second Coming is at hand.
 The Second Coming! Hardly are those words out
 When a vast image out of Spiritus Mundi
 Troubles my sight: somewhere in sands of the desert
 A shape with lion body and the head of a man,
 A gaze blank and pitiless as the sun,
 Is moving its slow thighs, while all about it
 Reel shadows of the indignant desert birds.
 The darkness drops again; but now I know
 That twenty centuries of stony sleep
 Were vexed to nightmare by a rocking cradle,
 And what rough beast, its hour come round at last,
 Slouches towards Bethlehem to be born?

Source: The Collected Poems of W. B. Yeats (1989)

“Este poema de William Butler Yeats se ha convertido en un clásico del pensamiento político. Fue escrito hacia 1919 y publicado en 1921. Los acontecimientos que lo inspiraron fueron la Revolución Rusa y el inicio de la guerra civil irlandesa (entre los partidarios del IRA y los independentistas moderados que aceptaron un acuerdo de paz con Inglaterra y la pérdida del Ulster).

El profesor Arthur Schlesinger, que fue uno de los asesores del círculo privado de John F. Kennedy, lo usó para un capítulo de su libro The Vital Center. Y, en los primeros tiempos de la invasión de Irak, un informe del Departamento de Estado iba encabezado con una cita de este poema: Todo se desmorona, el centro cede.” (Fuente)