“El sí mismo se configura en torno al eje conexión/desconexión emocional. Dice Humphrey (1995) “lo más interesante ocurre siempre en los bordes”. Todo lo que resulta interesante en la naturaleza tiene lugar en los bordes: la superficie de la Tierra, la membrana de una célula, el momento de una catástrofe, el comienzo y el fin de una vida. Las páginas de un libro más difíciles de escribir son la primera y la última”.
Los límites son las zonas de separación o diferenciación, pero también de conexión del sí mismo con los otros y con el mundo. Los límites se configuran en torno a la experiencia de vinculación. En estas zonas de conexión tiene lugar el intercambio, la nutrición biológica y emocional, necesarias para conformar la mente y la experiencia de sí mismo.
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Here’s what writer John Burnside has to say on boundaries and the space between:
“Everything that is interesting in nature happens at the boundaries”[1]
The spaces between the ‘self’ and ‘the other’ where everything takes place have long been a source of fascination for poets and myth-makers. … those Celts who once inhabited the British Isles … recognised a space which they called (in Irish) idir eathara that is, a boundary that is neither one place nor another, but the space between the two.
[1] John Burnside quoting psychologist, Nicholas Humphreys