aesthetics

¿No lo he dicho ya? – escribía Rilke en “Los cuadernos de Malte Laurids Brigge” – Estoy aprendiendo a ver. Sí, este es el comienzo. Todavía no se me da demasiado bien. Pero me esforzaré al máximo. Por ejemplo, nunca me había preguntado cuántas caras existen. Hay una cantidad enorme de personas, pero hay muchas más caras porque cada persona tiene varias.

[FACES] by Rainer Maria Rilke

“Have I said it before? I am learning to see. Yes, I am beginning. It’s still going badly. But I intend to make the most of my time. For example, it never occurred to me before how many faces there are. There are multitudes of people, but there are many more faces, because each person has several of them. There are people who wear the same face for years; naturally it wears out, gets dirty, splits at the seams, stretches like gloves worn during a long journey. They are thrifty, uncomplicated people; they never change it, never even have it cleaned. It’s good enough, they say, and who can convince them of the contrary? Of course, since they have several faces, you might wonder what they do with the other ones. They keep them in storage. Their children will wear them. But sometimes it also happens that their dogs go out wearing them. And why not? A face is a face. Other people change faces incredibly fast, put on one after another, and wear them out. At first, they think they have an unlimited supply; but when they are barely forty years old they come to their last one. There is, to be sure, something tragic about this. They are not accustomed to taking care of faces; their last one is worn through in a week, has holes in it, is in many places as thin as paper, and then, little by little, the lining shows through, the non-face, and they walk around with that on.”

suburbia

Is the suffering of others also our own? In thinking that it might in fact be, societies expand the circle of the we.

The environment suddenly shifts in an unforeseen and unwelcome manner.

 

Move to strangeness

 

Human beings need security, order, love, and connection

 

Memories about the past guide this thinking about the future

 

Reactions to a volcano-like event that shook the foundations of the social world.

 

Holding an attitude of benign neglect or cynical indifference

 

A blow to the psyche that breaks through one’s defenses so suddenly and with such brutal force that one can not react to it effectively

 

An important part of the self has disappeared… “We” no longer exist as a connected pair or a linked cells in a larger communal body 

 

Truth goes underground

 

One cannot simply leave behind

 

Buried in the unconscious, the event is experienced irrationally, in the nightmares

 

Denials that insist on looking to the future and forgetting the past

 

Fragmented and polarized social order

 

Bridging the gap between event and representation

 

A spiral of signification

Source:  ALEXANDER_Cultural-Trauma

Limen

desidesdesadesie

 

“El sí mismo se configura en torno al eje conexión/desconexión emocional. Dice Humphrey (1995) “lo más interesante ocurre siempre en los bordes”. Todo lo que resulta interesante en la naturaleza tiene lugar en los bordes: la superficie de la Tierra, la membrana de una célula, el momento de una catástrofe, el comienzo y el fin de una vida. Las páginas de un libro más difíciles de escribir son la primera y la última”.
Los límites son las zonas de separación o diferenciación, pero también de conexión del sí mismo con los otros y con el mundo. Los límites se configuran en torno a la experiencia de vinculación. En estas zonas de conexión tiene lugar el intercambio, la nutrición biológica y emocional, necesarias para conformar la mente y la experiencia de sí mismo.
 …

Here’s what writer John Burnside has to say on boundaries and the space between:

“Everything that is interesting in nature happens at the boundaries”[1]

The spaces between the ‘self’ and ‘the other’ where everything takes place have long been a source of fascination for poets and myth-makers. … those Celts who once inhabited the British Isles … recognised a space which they called (in Irish) idir eathara that is, a boundary that is neither one place nor another, but the space between the two.

[1] John Burnside quoting psychologist, Nicholas Humphreys

 

Mille Plateaux

‘El nómada habita esos lugares, se mantiene en esos lugares, y él mismo los hace crecer en el sentido que se constata que el nómada crea el desierto en la misma medida en que es creado por él. El nómada es un vector de desterritorialización.’

‘…no es trágico ni está deshabitado, solo es desierto por su color ocre y su luz, ardiente y sin sombra (…) en él hay una multitud bulliciosa (…) yo estoy en el borde de esa multitud, en la periferia; pero pertenezco a ella, estoy unida a ella por una extremidad de mi cuerpo, una mano o un pie.’ 

(G. Deleuze, F. Guattari, Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, 1980).

Medina-Mecca AVE line

AVE del desierto

 

Septiembre 1, (1939), W. H. Auden.

Haramain High Speed Railway – Progress Video – March 2016 from Orbit Consults on Vimeo.

طريق عسير جازان – محاكاة الطيران فوق المسار from Orbit Consults on Vimeo.

تصوير جوي مشروع سكاكا 1 – مايو 2016 from Orbit Consults on Vimeo.

Arpeggio

“La felicidad no se compra, se construye” // “Happiness can’t be bought, It is built”

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Nightcrawler (2014)

 

No cesaremos en la exploración
Y el fin de todas nuestras búsquedas
Será llegar adonde comenzamos,
Conocer el lugar por vez primera.
A través de la puerta desconocida y olvidada
Cuando lo último por descubrir en la tierra
Sea lo que fue nuestro comienzo;
En la fuente del río más largo
La voz de la oculta cascada
Y los niños en el manzano
La voz no conocida porque no fue buscada,
Pero escuchada, o semiescuchada, en la quietud
entre dos olas del mar.
De prisa, aquí, ahora, siempre—
Una condición de sencillez absoluta
(Cuesta nada menos que todo).
Y todo irá bien
Y toda clase de cosas saldrá bien
Cuando las lenguas de la llama se enlacen
En el nudo de fuego coronado
Y la lumbre y la rosa sean una.

Thomas Stearns Eliot, Cuatro cuartetos, Little Gidding.

 

We shall not cease from exploration
And the end of all our exploring
Will be to arrive where we started
And know the place for the first time.
Through the unknown, unremembered gate
When the last of earth left to discover
Is that which was the beginning;
At the source of the longest river
The voice of the hidden waterfall
And the children in the apple-tree
Not known, because not looked for
But heard, half-heard, in the stillness
Between two waves of the sea.
Quick now, here, now, always—
A condition of complete simplicity
(Costing not less than everything)
And all shall be well and
All manner of thing shall be well
When the tongues of flame are in-folded
Into the crowned knot of fire
And the fire and the rose are one.
T. S. Eliot’s Little Gidding (1942).

Religión de “espacios intermedios”

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Molenbeek-Saint-Jean, Bruselas. Octubre 2016.
Molenbeek-Saint-Jean, Bruselas. Octubre 2016.

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Las grandes ciudades ya no tienen ni vientre ni regazo.

Peter Handke

“Pero, a decir verdad, mi cuerpo no se deja reducir tan fácilmente. Después de todo, él tiene sus propios recursos de fantasía: también posee lugares sin lugar, y lugares más profundos, aún más obstinados que el alma, que la tumba, que los encantamientos de los magos; tiene sus sótanos y sus graneros, sus superficies luminosas. Mi cabeza, por ejemplo: ¡qué extraña caverna abierta hacia el mundo exterior por dos ventanas, dos aperturas! -de eso estoy seguro puesto que las veo en el espejo, y además puedo cerrar una u otra separadamente-; y sin embargo, no hay dos ventanas sino sólo una, puesto que frente a mí veo un paisaje único, continuo, sin barreras ni separaciones. Y ¿cómo es que suceden las cosas en esa cabeza? Pues bien, las cosas vienen a acomodarse en ella; entran en ella, y de eso estoy seguro, puesto que cuando el sol es demasiado fuerte me deslumbra, va a desgarrar el fondo de mi cerebro. Y no obstante, esas cosas que entran en mi cabeza permanecen claramente en su exterior, dado que las veo delante de mí, y para alcanzarlas debo, por mi parte, avanzar.

El cuerpo, fantasma que sólo aparece en los espejismos del espejo, y además de manera fragmentaria.

Mi cuerpo, implacable topía.

 

Michel Foucault, “Topologías”, Fractal nº 48, enero-marzo, 2008, año XII, volumen XIII, pp. 39-62. Traducción de Rodrigo García.

 

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Vlaamsepoort, Porte de Flandre, Bruselas.

Las esquinas pueden ser otras

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Centro administrativo de Bruselas

La movilidad física de grupos importantes de gente implica cierta cantidad de movilidad social y cultural, y una evolución correspondiente de las instituciones.

Turner, Edith y Victor. “El Centro está afuera: la meta del peregrino”, Historia de las religiones, 1973.

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Museo Magritte de Bruselas

“Dichoso quien no tiene una patria; la contempla todavía en sus sueños”.

Hannah Arendt, 1946.

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Periferia de París (octubre 2016)

W. B.
Volverá algún día el crepúsculo de la tarde,
Desde las estrellas caerá noche.
Yacerán nuestros miembros extendidos
en las cercanías, en las lejanías.
De las oscuridades suenan
breves dulces melodías.
Para perder la costumbre
agucemos el oído,
rompamos al fin las filas.
Voces lejanas, cercana aflicción:
aquellas voces de aquellos muertos,
que enviamos por delante como heraldos
para que nos guíen en el sueño.

Hannah Arendt, 1942.

W. B.
“Dusk will come again sometime.
Night will come down from the stars.
We will rest our outstretched arms
In the nearnesses, in the distances.

Out of the darkness sound softly
Small archaic melodies. Listening,
Let us wean ourselves away,
Let us at last break ranks.

Distant voices, sadnesses nearby.
Those are the voices and these the dead
Whom we have sent as messengers
Ahead, to lead us into slumber.”

Hannah Arendt, 1940.

Habitar la elipse VI

 

 Flipbook con notas y apuntes tomados en el autobús
 
 

“El cronotopo (literalmente, tiempo espacio) es la conexión intrínseca de las relaciones temporales y espaciales que se expresa artísticamente en una novela. Este término, introducido como parte de la Teoría de la Relatividad de Einstein, se ha incorporado a la literatura y al análisis de textos. Expresa la inseparabilidad del tiempo y del espacio (el tiempo como cuarta dimensión del espacio) y constituye la columna vertebral de cualquier narración. El cronotopo es el lugar en que los nudos de la narración se atan y se desatan. Puede decirse sin ambages que a ellos pertenece el sentido que da forma a la narración. El tiempo se vuelve efectivamente palpable y visible; el cronotopo hace que los eventos narrativos se concreticen, los encarna, hace que la sangre corra por sus venas.”

“El concepto de cronotopo se puede extender más allá de la literatura, pues existen cronotopos de la vida real, es un elemento fundamental de la vida social. El presente, y sobre todo el pasado, son enriquecidos a expensas del futuro. El cronotopo puede representarse como un camino que integra perfectamente el tiempo y el espacio en una sola línea continua. El camino implica un recorrido, y ese recorrido es tan lineal como él mismo: se parte de un extremo del camino (el inicio) para llegar a otro (la
meta). La fuga al futuro.”
Traducción de Mijail Bajtin, “Forms of Time and of the Chronotope in the Novel. Notes towards a Historical Poetics”, en “The Dialogical Imagination. Four Essays by M. M. Bakhtin,” University of Texas Press, pp. 84-258 (1981). Traducción de Federico Navarrete Linares, “Diálogo con M. Bajtin sobre el cronotopo.”
Los kwakiutl creen que un poste de cobre atraviesa los tres niveles cósmicos (el Mundo
subterráneo, la Tierra y el Cielo): allí donde penetra en el Cielo se encuentra la «Puerta del Mundo de arriba». La imagen visible de este Pilar cósmico es, en el Cielo, la Vía Láctea. Pero esta obra de los dioses que es el Universo la recogen e imitan los hombres a su escala. El Axis mundi que se ve en el Cielo, bajo la forma de la Vía Láctea, se hace presente en la casa cultual bajo la forma de un poste sagrado. Es éste un tronco de cedro de diez a doce metros de longitud, más de cuya mitad sobresale de la casa cultual. El papel que desempeña en las ceremonias es capital: el de conferir una estructura cósmica a la casa. En los cánticos rituales se la llama «nuestro mundo» y los candidatos a la iniciación que habitan en ella, proclaman: «Estoy en el Centro del Mundo…, estoy junto al Pilar del Mundo, etc.»
(Eliade, Mircea. Lo sagrado y lo profano)

 

 

conclusiones 
¿Cuánto tiempo pasamos mirando sin ver?
A veces cerrando los ojos se ve mejor
Un parpadeo necesario para mirar, 
¿y para ver?
¿Cómo sacar conclusiones de un trabajo
inconcluso, inacabable? Escribir en el autobús en movimiento, capturando
pensamientos veloces, fugaces. Grabar, fotografiar, dibujar para congelar algo
que ya se ha ido. Memoria fragmentaria, (des)hecha, imaginada.
Abróchese el cinturón de seguridad
Fasten seat belt
Apertura de emergencia
Mudanzas portes
16:13
26 grados
STOP
90T2
Aprender a mirar para ver.
Sorprender(se con)
lo cotidiano.
Micropolítica, microfenomenología, microcosmos, microacción…
hacerse micro para aprehender
(nos).
Escapar de la rutina en la rutina. Huir hacia
adentro. 

 

Habitar la elipse V

 Secuencia de fotografías tomadas desde el autobús durante el viaje Guadalajara-Madrid

Viajar para conocer(nos) por fuera
de la estructura
andar mejor que caminar movimiento
inútil orbitar dejarse llevar abstracción interiorismo introspección fuera
dentro exclusión reclusión
el campo no existe movimiento inmóvil recuerdos
joven morena con pelo corto sentada
en el asiento del pasillo del bus lee un libro mientras deshace un regaliz rojo
en tiras siguiendo el patrón de los nervios a cada hebra hace varios nudos
hasta cuatro los muerde lee pasa de página vuelta a empezar
                                                                                                            imaginarse
montando a caballo a través de los campos                                                                                                            galopar
saltando los obstáculos París no nos pertenece la casa dela toscana al final de un camino de cipreses
Sorpresa y decepción de los viajes.
Ilusión de haber vencido la distancia, de haber borrado el tiempo. Estar lejos.
Ver aquello que siempre se soñó con
ver. Pero, ¿qué hemos soñado con ver?
O mejor, descubrir lo que no se había visto, lo que no se esperaba, lo que no se imaginaba. Pero cómo poner ejemplos: no es lo que se había venido enumerando a lo largo del tiempo dentro del
abanico de sorpresas o maravillas de este mundo; no es ni lo grandioso, ni lo impresionante; ni siquiera es lo extranjero forzosamente: al contrario, sería más bien lo familiar.
George Perec, Especies de Espacios.
Viaje,
conciencia de pertenencia a un todo más grande:
reforzada por la participación en los rituales y ceremonias comunes
juegos de rol que envuelven la personalidad en múltiples engaños, culpas y ansiedades
la perspectiva dramática de Erving Goffman
para abordar el estudio de la interacción social
el espacio sostiene y da forma a la
interacción social
el sentido del espacio es (re)creado por
las prácticas cotidianas que lo habitan
La vida cotidiana es un compartir el espacio y el tiempo
espacio,
se define
porque “mi zona de manipulación se intercepta con
la de otros” (Berger y Luckman, 2001, p. 41)
sé que comparto el espacio con otros
Si pudiéramos determinar la alteridad en función del contacto de unos
cuerpos con otros
los cuerpos toman conciencia a partir del cuerpo del otro.
la definición de interacción social que Erving Goffman (1997, p. 27) propone:
“la interacción cara a cara, puede ser definida, en términos generales, como la influencia recíproca de un individuo sobre las acciones de otro cuando se encuentran ambos en presencia física inmediata”
En tanto temporalidad, la vida cotidiana
nos persigue constantemente
Los no-lugares se caracterizan por el movimiento
El escenario del autobús representa un ejemplo prototípico de no-lugar y
del problema de la transitividad.
las personas–usuarios que los transitan no los habitan, y al no habitarlos,
no
los “simbolizan”. La inhabitabilidad les caracteriza.
Augé reconoce que, refiriéndose a los lugares y los no-lugares, “el primero
no queda nunca completamente borrado y el segundo no se cumple nunca
totalmente” (2008, p. 84)
construir el espacio, construir la historia del espacio, y por lo tanto, del lugar a partir del contexto en el que se está inmerso: la ciudad, espacio de espacios, lugar de anonimato
convertirse en lugar en el momento en que un acto con significado
acontezca para la persona que lo habita
cronotopos de Mijaíl Bajtín
El lugar “se cumple por
la palabra” (2008, p. 83).
El saludo toma el carácter de un ritual de puntuación, como lo definen Marc
y Piccard (1992), es decir, un ritual a partir del cual se anuncia la llegada
de un nuevo integrante al grupo. La llegada de un nuevo actor 
El sentido de lo sagrado en el peregrino no es privado; es una cuestión de
representaciones colectivas objetivadas que se convierten virtualmente en todo
su ambiente y le dan motivos poderosos para creer. No solo eso; la jornada del
peregrino también se convierte en un paradigma para otros tipos de
comportamiento: ético, político, etc.
Esperar subir saludar pagar buscar asiento (ventanilla mejor)
“desatención cortés”pedir la parada esperar bajar
Rituales de interacción social cotidiana como el concepto de “desatención
cortés” propuesto por Erving Goffman (1997)
Civil inattention is the process whereby strangers who are in close proximity demonstrate that they are aware of one another, without imposing on each other – a recognition of the claims of others to a public space, and of their own personal boundaries.
La desatención cortés/civil inattention es el elemento interactivo a
partir del cual la interacción social se estructura
Las peregrinaciones representan un símbolo amplificado del dilema de opción versus obligación, en medio de un orden social donde el estatus prevalece. De manera que cuando se empieza con obligación, la voluntariedad aparece; cuando se comienza con voluntariedad, la obligación
tiende a entrar en escena.
El destino histórico de la communitas era, al parecer, pasar de la apertura
al cierre, de la communitas “libre” a la solidaridad dada por la estructura
atada, de la opción a la obligación, del “riesgo innecesario” de W. H. Auden a
la “seguridad interminable”.
La desatención cortés se define como la manera en que los pasajeros tratan
de prestarse la menor atención posible entre ellos: es dar(se) espacio para realizar
el viaje sin sentirse observado, “es mirar sin ver”.
No se permite mirar a alguien por mucho tiempo, y cuando se hace, se corre
el riesgo de que esta acción se tome por agresión, por invasión de espacio, lo
cual también transgrede el orden de la interacción, puesto que desvirtúa el guión
La mirada inobservante
Atentar contra la desatención es transgredir la interacción social
La etapa liminal, cuando el sujeto está en separación espacial de lo familiar y lo habitual. La liminalidad representa una negación de muchos de los rasgos de las estructuras sociales preliminales y una afirmación de otro orden de cosas, y acentúa las relaciones genéricas más que las meramente particulares.
La movilidad física de grupos importantes de gente implica cierta cantidad de movilidad social y cultural, y una evolución correspondiente de las instituciones.
Ver el peregrinaje como esa forma de anti-estructura
(o tal vez metaestructura) institucionalizada o simbólica
lo individual —forzado a salir de lo previamente corporativo, en especial de las matrices basadas en el parentesco— se obsesiona con el problema de la salvación personal. La necesidad de escoger entre líneas de acción alternativas en un campo social cada vez más complejo, más el creciente peso, a medida que madura, de responsabilidad por sus propias
decisiones y sus resultados, prueban ser demasiado para que el individuo perdure por sí mismo, al tiempo que busca alguna fuente trascendental de apoyo y de legitimidad que lo libere de las ansiedades por su seguridad inmediata y destino final en tanto entidad cohibida. (Max Weber)
Hay ciertos momentos en los que está permitido observar a los pasajeros sin
que esto nos convierta en transgresores: el momento en que subimos al bus y el
momento en que bajamos. Cuando subimos necesitamos revisar si hay algún lugar
desocupado donde sentarnos. Aquí se abre el permiso para observar de paso quién
está en el bus; así, por ejemplo, es común que en este momento viejos conocidos
o amigos se reconozcan y saluden y entablen, probablemente, una charla.
Small talk: rellena los aparentes vacíos en la interacción.
Recurso reparador o parte de la estrategia
para mantener el orden de la interacción.
Es también, como puede verse, el momento oportuno de que los pasajeros que
ya están a bordo vean quién sube
La interacción social, ese intercambio de expresividades, de símbolos, de
miradas, de significados compartidos, de gesticulaciones sobreentendidas, de
signos, ocurre siempre en un marco determinado.
Habrá otros cuya presencia estructurará mi comportamiento de tal manera
que, más que comportamiento, será actuación:
el comportamiento relajado de los más expertos usuarios; la actuación perfecta del pasajero ideal 
La ruta misma se vuelve una jornada sagrada, a veces
mítica, hasta que casi cada monumento y, finalmente, cada paso es un símbolo
condensado y multivocal capaz de despertar afecto y deseo abundantes.
construcción
del espacio sagrado
La oportunidad de mirar al exterior del bus, a través de alguna ventanilla
La mirada distraída/descentrada
Los reducidos espacios del bus a veces no permiten que los pasajeros se ignoren
amablemente entre sí. Entonces desvían su atención escuchando música, cerrando
los ojos, mirando la pantalla del móvil o hacia un resquicio de ventanilla entre
las cabezas de los pasajeros.
En cada uno de los escenarios en los que desarrollamos nuestras actividades cotidianas, ponemos en marcha una serie de acciones dramáticas y escenificaciones que favorecen que
nuestro comportamiento con y ante los demás, y con nosotros mismos, sea coherente
con la representación que dramatizamos ante los otros
La persona, en cada escenario, en cada
actuación, en cada interacción presenta lo único que es: ella misma.
“¿Y quién más era yo?”
Peter Handke, Ensayo sobre el Lugar Silencioso.
La expresión «el lugar silencioso» se emplea en alemán
para designar, en un registro a la vez eufemístico e iróni-
co, el retrete.  (N. del T.)
Un estar infantil, creador, originario,
primitivo, animal, un buscar nuevos sentidos
identificándose con los otros, con ese ser los otros del niño
(“yo era todos” dice Handke sobre su infancia)
Poema a la duración:
“Hace tiempo que quiero escribir sobre la duración, pero no un ensayo, ni una escena, ni una historia: la duración insta a escribir un poema. Quiero preguntarme con un poema, recordar con un poema, afirmar y conservar con un poema lo que es la duración.”

Y al fin:feliz aquel que tiene sus lugares de duración;

ya no será, aunque se haya trasladado para siempre a un país extraño,

sin perspectivas de volver a su mundo,

nadie a quien han expulsado de su patria.

Recordamos la afirmación nietzscheana
“Sólo tienen valor los pensamientos caminados”
Sólo caminando por lo extraño
en el laberinto de la identidad y la memoria
donde se teje nuestro ser-ahí (dasein).
 “penetración poética de la realidad”
Separa el tiempo para habitar eternamente
un espacio, una imagen.
En eso consiste la primitividad esencial de la poesía
Insta al viajero a cerrar los ojos hasta
convertirse en un pensador de imágenes
 Imágenes
de los instantes propios de la duración (Dauer/durée)
del tiempo profundo
Poetizar como Habitar
 “entrar dentro de la estrechura y salir de
allí con la amplitud”
“curarse por medio del asombro”
Lo numinoso se singulariza como una cosa ganz andere, como algo radical y totalmente diferente: no se parece a nada humano ni cósmico; ante ello, el hombre experimenta el sentimiento de su nulidad, de «no ser más que una criatura», de no ser, para expresarse en las palabras de Abraham al dirigirse al Señor, más que «ceniza y polvo» (Génesis, XVIII, 27).
El pensar poético es un “comprender a los otros”
con imágenes, con reflejos, comprendiendo que “mi yo es siempre el tú”
y que el país que busca el poeta, el país del que siempre vuelve entusiasmado
(“los poetas vuelven siempre entusiasmados de un país extraño”) es la extrañeza
de lo otro que ha hecho suya y ha descubierto en el “tú esencial”
“sé otro”
“En el momento en el que yo medito sobre
mí mismo, el que anda, medito sobre la condición del estar-ahí
Handke cuando en medio de La Mancha anota:
“con el momento en el que mi vida se me aparece como una vida extraña,
con este momento adquiere ella su derecho”
el poeta esperando “pensar de nuevo una
palabra vieja”
decir cosas nuevas con palabras viejas,
utilizar “la fantasía como un rompehielos”
las
palabras
allí
donde no hay nada
 “Somos lo que no somos” dice Pessoa y  “lo
que no ha tenido lugar, todo lo que no ha ocurrido;
esto son las experiencias que yo he vivido” dice Handke.
Incluso la existencia más desacralizada sigue conservando
vestigios de una valoración religiosa del Mundo.
Subsisten
lugares privilegiados,
cualitativamente diferentes de los otros:
el paisaje natal, el paraje de los primeros amores, una calle o un rincón de la primera
ciudad extranjera visitada en la juventud. Todos estos lugares conservan, incluso para el hombre más declaradamente no-religioso, una cualidad excepcional, «única»: son los «lugares santos» de su Universo privado, tal como si este ser no-religioso hubiera tenido la revelación de otra realidad distinta de la que participa en su existencia cotidiana.
Ese descubrir las nuevas ciudades es la labor del poeta, un des-cubrir que es sobre
todo un acto religioso, de acercamiento a lo sagrado, pues es un re-nombrar, un
crear, un con-figurar lo próximo a través de lo lejano, lo mundano a través de
lo divino, lo vivido a través de la imagen: “pero nosotros insistiremos en
esto: en lo poético como la vereda que lleva a lo divino” / “mirando la lejanía
volví en mí” /
comportamiento «cripto-religioso» del hombre profano
Piensa con imágenes
 la casa del poeta está hecha de imágenes
El poeta olvida la rigidez de los
conceptos para salvarse y vivir en el umbral
(limen)
(“sigo sin saber qué es un pensamiento,
pero la imagen la conozco: en la imagen estoy
en casa”)
Territorio
habitado y espacio desconocido e indeterminado que circunda: el primero es el
«Mundo» (con mayor precisión: «nuestro mundo»), el Cosmos; el resto ya no es un
Cosmos, sino una especie de «otro mundo», un espacio extraño, caótico, poblado
de larvas, de demonios, de «extranjeros» (asimilados, por lo demás, a demonios
o a los fantasmas).
“huir de los otros”, pero a la vez estar
“en el centro del mundo”
la rigidez del concepto, el pensar estático
Para el hombre religioso el espacio no es homogéneo; presenta roturas, escisiones: hay porciones de espacio cualitativamente diferentes de las otras: «No te acerques aquí —dice el Señor a Moisés—, quítate el calzado de tus pies; pues el lugar donde te encuentras es una tierra santa» (Éxodo, III, 5). Hay, pues, un espacio sagrado y, por consiguiente, «fuerte», significativo, y hay otros espacios no consagrados y, por consiguiente, sin estructura ni consistencia; en una palabra: amorfos.
(Eliade, Mircea. Lo sagrado y lo profano)
Una religión de “espacios intermedios”,
cosas nimias que salen al paso,
casi siempre caminando a pie
en barrios periféricos
o no-lugares
“Las grandes ciudades ya no tienen ni
vientre ni regazo”
(Peter Handke)
Nada
puede comenzar, hacerse, sin una orientación previa, y toda orientación implica la
adquisición de un punto fijo. Por esta razón el hombre (religioso) se ha
esforzado por establecerse en el «Centro del Mundo».

 

Para vivir en el Mundo hay que fundarlo