influenza

-Desde diciembre ya han pasado cuatro meses.

(DIALOGUE 3. VÉRONIQUE)

Lo que me hizo descubrir el marxismo-leninismo… al principio Nanterre me aburría porque es una facultad en mitad de los suburbios, pero poco a poco me di cuenta de que eso era la auténtica filosofía en un barrio obrero, que era el lugar más adecuado.

-¿Y viven todos juntos?

-Sí, nos han metido en las mismas jaulas para conejos que a los obreros, pero los conejos se multiplican… Y, por la mañana, cuando voy allí me cruzo con los hijos de los obreros argelinos y con los mecánicos de la Simca.

-¿Y se ven cada día?

-Sí, bueno, en fin, yo creía que me cruzaba con ellos, pero en realidad llevábamos el mismo camino, o sea que paramos en los mismos bares, nos bajamos a la misma hora en la misma estación, nos moja la misma lluvia, tenemos casi el mismo trabajo… Y entonces fue allí donde comprendí las tres desigualdades fundamentales de un régimen capitalista y, sobre todo, del régimen gaullista francés.

-¿Cuáles son?

-Pues bien, primero, indistinción entre trabajo intelectual y trabajo manual; segundo, entre campo y ciudad, en fin, y yo me doy cuenta constantemente con Yvonne… y tercero, entre agricultura e industria. Eso también me llevó a estudiar seriamente el marxismo-leninismo… bueno, “seriamente” quiere decir que si yo tuviera valor iría a dinamitar la Sorbona, el Louvre y la Comédie-Française.

21:50-23:23. La Chinoise, 1967. Jean Luc Godard.

Vivir su vida (1962)

Planos con encuadres muy cuidados, llenos de poesía y frescura, que manifiestan una anarquía bien estudiada (algo inusual en el cine de hoy en día). La cámara a menudo situada tras los personajes, llegando estos a dialogar de espaldas a ella. Cortes bruscos, silencios diegéticos, mirada directa a
cámara, repetición de frases en planos diferentes, repetición de
momentos para resaltar el dramatismo de la escena, etc… 
Godard convierte la cotidianidad en punto de reflexión e incluso introduce diálogos pretendidamente filosóficos: