Atlas. ¿Cómo llevar el mundo a cuestas?

Aby Warburg constituye para la Historia del Arte el equivalente a lo que
Freud, contemporáneo suyo, fue para la psicología: incorporó cuestiones
radicalmente nuevas para la comprensión del arte. Mediante su Bilderatlas o atlas
de imágenes, compuesto entre 1924 y 1929 y que quedó inconcluso,
Warburg consiguió transformar el modo en que se comprenden las imágenes.
Lo denominó Mnemosyne, como forma de expresar que su
cuestionamiento se refería a la memoria de las imágenes, incluida la
memoria inconsciente, teorizada en esa misma época por Freud en el plano
psicológico.
El atlas Mnemosyne posee 60 láminas con
imágenes que rastrean la pervivencia de símbolos y arquetipos que migran
desde la antigüedad. Ese dispositivo abierto constituyó para Warburg la
respuesta a una situación psíquica que lo mantuvo recluido en el
sanatorio de Kreuzlingen, de 1921 a
1924. En él reúne todos los objetos de su investigación en un
dispositivo de “paneles móviles” constantemente montados, desmontados,
remontados. Mnemosyne fue su obra maestra y su testamento
metodológico, un atlas de imágenes que constituye una obra de referencia
para historiadores del arte y artistas, ya que implica una cosmovisión
susceptible de recomponerse una y otra vez a través del juego de las
asociaciones. Con él modifica la manera de concebir las relaciones de
las obras entre sí y de todas juntas frente al devenir histórico.
Constituye el obrador de un pensamiento inagotable sobre las imágenes y
sus destinos, un ensayo visual lejos de actuaciones museológicas. (Fuente Museo Reina Sofía)

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